Cuándo algo sales mal, sueles pensar que todo está perdido. Qué no puedes hacer nada más. Ya lo as intentado todo, has hecho lo que tenias previsto y te ha salido mal. Que sientas en el sofá y miras con la mirada perdida a la televisión, apagada, sin ninguna imagen en movimiento. Te tumbas y miras el techo pesando que ya está todo perdido. Pero... ¿Estar solo, tumbado y desecho va a arreglar algo? No. Lo que debes hacer es levantarte, salir por la puerta y comerte el mundo. Porque sólo tú puedes decidir lo que quieres hacer y si no te sale bien, buscar alternativas hasta que encuentres una que sea la clave para lo que estabas buscando. Y sonreís a la vida, que la vida son dos días y pasamos la mitad dormidos.
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